Todos cometemos errores; algunos son grandes, otros pequeños, otros terribles, algunos nos perjudican momentáneamente, otros por toda una vida, algunos nos afectan en nuestra estancia en la tierra; pero las consecuencias de otros pueden seguirnos en la eternidad. Cuantas personas hay llorando el día de hoy por algún error irreparable que han cometido.
Todos detestamos fallar y tomar decisiones erróneas. Para evitar errar es necesario entender los errores y para hacerlo hay que ir a la raíz del porqué se cometen; y al descubrirla, hacer algo para evitar caer en el fracaso.
1. ES IMPORTANTE ADMITIR QUE EN ALGÚN MOMENTO NOS PODEMOS EQUIVOCAR (ERRAR ES DE HUMANOS)
A. Por naturaleza, los seres humanos rechazamos cualquier observación respecto a nuestra conducta.
Generalmente consideramos que todo cuanto hacemos está bien. Y allí radica el error. Porque herimos con palabras o hechos, y justificamos las acciones, imponiendo nuestro criterio.
2. HAY QUE VENCER EL ORGULLO (Salmos 19:13)
Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
A. Al escribir este memorable Salmo el rey David, Como hombre de Dios, era consciente que en tanto prevaleciera el orgullo, difícilmente podía cambiar. Era necesario que ese muro cayera.
3. ANHELAR QUE TODO LO QUE HAGAMOS SEA GRATO DELANTE DE DIOS (VERSICULO 14)
A. Nuestras palabras
B. Nuestros pensamientos
4. ¿QUÉ ES LO QUE MAS NOS PUEDE LLEVAR A COMETER ERRORES?
A. ERRAMOS POR IGNORANCIA (Jeremías 9:24 Oseas 4:6)
Muchos errores se cometen por ignorar la palabra; Por no estudiarla. Estos errores se cometen por no investigar, en la palabra, y basar las decisiones en ella, decisiones que se toman sin antes preguntar a Dios, sin antes pedir dirección y sabiduría del espíritu.
B. ERRAMOS POR IGNORAR LOS CONSEJOS
“Los sabelotodo”, Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. (Mat. 7: 26, 27)
Aprendamos a aceptar que la mayoría de los sufrimientos que padecemos es consecuencia de nuestros propios errores, por eso pidámosle a Dios que nos libre de ellos aun de los ocultos los que pensamos que están bien pero no es así.