¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐡𝐚𝐬 𝐚𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐥𝐞𝐜𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐒𝐚𝐥𝐦𝐨 𝟐𝟑 𝐚𝐥 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞? 𝐏𝐢𝐞𝐧𝐬𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐃𝐈𝐎𝐒 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 𝐦𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐫 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬, 𝐲 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐨𝐬 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞:
-El Señor es tu pastor; y con él nada te falta. En esos momentos de angustia, permite que Dios conduzca tus pensamientos a verdes pastos donde puedas descansar, deja que El Señor lleve tus pensamientos a arroyos de aguas tranquilas por medio de sus promesas que en Él son sí y amén.
-Cuando estés desalentad@ permite que Dios te llene de nuevas fuerzas, piensa que Él es invencible. Llena tus pensamientos con la convicción de que El Señor (te infunde aliento).
-Cuando tus pensamientos experimenten confusión recuerda que DIOS te guía por el camino correcto y que ha comprometido su Nombre(su esencia) en esta promesa.
-Cuando tus pensamientos estén pasando por un camino lleno de sombras y de amenazas de muerte, (y eso te llene de terror) recuerda que solo es un camino por el que vas de paso y que no te vas a quedar allí y que mientras lo atraviesas no vas sol@, CRISTO (El Buen Pastor) va contigo cuidándote, protegiéndote con su vara de pastor y eso debe llenarte de esperanza.
-Cuando tu mente te traicione y tus enemigos internos (miedos, fobias, pensamientos negativos) comiencen a perturbarte, recuerda que DIOS prepara un nutritivo banquete para ti, te sirve SU PALABRA, aderezada con sus mejores promesas (para cada situación que estés atravesando) y te lo sirve en presencia de <tus angustiadores>.
-Cuando tus pensamientos te agobian El Señor unge tu cabeza con aceite, derrama su unción sobre ti y tu copa (tu mente) comienza a rebozar de bendiciones. Y entonces comienzas a ver el panorama de manera diferente, se va la angustia, se va la turbación, se aclara el panorama y eres consciente de su bondad y su misericordia la cual te acompañará cada día de tu vida.
Y eres consciente del privilegio de habitar en la presencia del SEÑOR durante toda tu existencia.