“Pues DIOS amó tanto al mundo, que dio a su HIJO único, para que todo aquel que cree en Él no muera, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16
Mis amigos (as) dice la Biblia que todo lo bueno y perfecto que recibimos procede de Dios El Padre.
El valor de un regalo inicia con la intención con la que se obsequia, tienen que ver con
- Quién hizo el regalo
- Por qué hizo el regalo
- Qué sacrificio implicó el regalo
- Qué necesidad satisfizo ese regalo
Un regalo es algo que se le da a una persona como muestra de amor, afecto o consideración, es un presente que tiene valor en sí mismo, pero cuando lo obsequia alguien especial para nosotros lleva un valor extra porque adquiere un significado sentimental que trasciende con el tiempo.
El sacrificio perfecto de Cristo ha sido el regalo más grande y valioso que ha recibido la humanidad:
¿Quién lo hizo? ………………………………………………..[DIOS]
¿Por qué lo hizo? ………………………………………………[Por amor]
¿Qué sacrificio implicó? ……………………………………[Dar a su propio HIJO]
¿Qué necesidad satisfizo? ………………………………..[Nos libró de la muerte y nos dio vida eterna].
¿Qué regalo puede ser más sincero y virtuoso que uno que un padre o una madre le ofrecen a un hijo?
Pues piense que nuestro Padre Celestial no escatima en dar buenas dádivas (regalos) a sus hijos.
Dice Mateo 7:11
“Si ustedes siendo pecadores saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón, Dios, su Padre que está en el cielo dará buenas cosas a quienes se la pidan.”
Amigos EL PADRE no se limita en dar valiosos regalos a sus hijos e hijas y estoy segura que todos hemos recibido grandes obsequios de parte de DIOS, pero a veces nos hemos quedado tan embelesados con el empaque que ni siquiera hemos abierto nuestro regalo (nos hemos enamorado de la envoltura y el moño) y hemos olvidado sacar de dentro de la caja lo que realmente nos será útil y de bendición.
Piense en los dones y talentos, piense en cada favor, piense en la gracia, en la misericordia, en la salvación y en todas las cosas hermosas que el Señor nos regala día tras día. Piense en la vida misma, quizá aún le resta descubrir el beneficio que puede obtener de cada una de estas dádivas del Padre.
¡Ande, anímese, abra esa caja y dele valor a ese regalo!