El verdadero amor…….El concepto de verdadero amor según la Biblia va más allá de las emociones y los sentimientos temporales. En las Escrituras, el amor se define principalmente como un compromiso sacrificial y desinteresado hacia los demás. El pasaje más conocido que describe este tipo de amor se encuentra en 1 Corintios 13, donde se dice que el amor es paciente y bondadoso, no envidia ni se jacta, no es arrogante ni egoísta, no se irrita fácilmente ni guarda rencor. Este tipo de amor bíblico busca el bienestar del otro antes que el propio, es perseverante y perdona.
El verdadero amor, según la Biblia, está arraigado en la naturaleza misma de Dios, quien es amor (1 Juan 4:8). Dios es el ejemplo supremo de amor, ya que envió a su Hijo Jesucristo para morir por la humanidad, demostrando así un amor incondicional y redentor. Este amor divino es el modelo para el amor que se nos insta a mostrar hacia los demás.
En las Escrituras, se nos llama a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39). Esto implica mostrar compasión, comprensión y ayuda práctica a quienes nos rodean, independientemente de quiénes sean o qué hayan hecho. El amor bíblico no hace acepción de personas y trasciende barreras culturales, étnicas o sociales.
Además, el verdadero amor bíblico se manifiesta en el contexto de las relaciones familiares, especialmente en el matrimonio. Efesios 5:25 insta a los esposos a amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, entregándose a sí mismos por ella. Esto implica liderar con humildad, cuidar y proteger a la pareja, y buscar su bienestar por encima de todo.
El amor bíblico también se extiende al prójimo en necesidad. Jesús enseñó que cuando servimos a los necesitados, en realidad lo hacemos por él mismo (Mateo 25:40). Este tipo de amor se expresa a través de la acción, mostrando bondad, generosidad y compasión hacia los menos afortunados.
En resumen, el verdadero amor basado en la Biblia es un compromiso sacrificial y desinteresado hacia los demás, arraigado en el amor divino y expresado a través de acciones concretas que buscan el bienestar y la felicidad de los demás. Es un amor que perdura a pesar de las dificultades y que refleja la naturaleza misma de Dios.
