“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes.
Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”. (Salmos 27:13-14)
Comparto con ustedes en este blog de fe uno de mis versículos favoritos. Para mí, estos versículos son una prueba fehaciente de la fidelidad de Dios en nuestras vidas. Porque… ¿Cuántas veces nos hemos sentido desmayar? Por cuántas ocasiones hemos pensado que no lograremos sobrevivir a los acontecimientos o a las catástrofes que a veces acontecen en nuestras vidas. ¿Cuántas veces hemos sentido una injusticia tocar a nuestra puerta?
Sin embargo, el salmista testifica: Hubiese yo desmayado, pero lo más importante es que utiliza verbos en pasado que prueban que no sucumbió. Y si no sucumbió fue porque tuvo fe, tuvo esperanza, tuvo una certeza y creyó en su corazón, aunque tal vez, sus ojos estuvieran viendo lo contrario, que vería la bondad de Jehová en algún momento cercano.
Hoy la palabra para tu vida llega de una manera serena y certera… “Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”. Esto quiere decir que no precipites, que no permites que la confusión ni la desesperación tomen partida, aún cuando tú prueba sea dura y pienses que no podrás resistir, sé paciente. El llamado es a que te acerques a Dios tal cual eres y te esfuerces, porque de él provienen nuestras fuerzas y cuando se las pedimos él las da. Que tu corazón tomé aliento, y ese aliento se encuentra a través de Su Palabra, a través de la oración, a través de la reflexión y confianza en Él.
¿Qué a veces nos parece que se tarda? ¡Por supuesto! Pero Él conoce lo que es mejor para nosotros. Y en su debido momento contestará, muchas veces no de la forma que esperamos, sino de la forma que es más conveniente para nosotros. Y otras veces nos contestará mucho mejor de lo que esperábamos. Por tanto: ¡No te Rindas! ¡Sigue en pie de lucha! Porque mayor es el que está contigo.