Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9
La palabra de Dios nos exhorta en Gálatas capítulo 6 a no cansarnos de hacer el bien a nuestro prójimo. También vemos reflejada una de las muchas promesas del Señor para la vida de los que perseveran en su obra.
En el mundo acostumbramos a hacer todo a cambio de algo, siempre esperando una retribución por parte del otro, o que nos agradezcan eternamente, cuando la realidad es que si alguna sombra de bondad hay en nosotros no es más que por el Espíritu Santo hablándonos al corazón y moviéndonos a ser bondadosos con los demás.
Si nos preguntamos qué bien es ese que tenemos que hacer, que no nos tenemos que cansar de hacerlo, probablemente la mejor respuesta es el fruto del Espíritu, en Gálatas 5:22: no nos cansemos de ser pacientes, benignos, buenos, fieles, mansos y tener dominio propio. No nos cansemos de manifestar paz y alegría en todos los actos de amor hacia nuestros semejantes, nuestros compañeros, y sus familias. Para resumir, no nos desanimemos de ofrendar nuestro amor, porque si lo hacemos las obras de la carne toman el mando.
No desmayes y sigue haciendo el bien en todo tiempo ya que es una manifestación de fe en que Dios es justo y que cumplirá todas Sus promesas, recompensando a los obedientes y aplicando el correspondiente juicio a los desobedientes (Romanos 2:6-8). Siguiendo con la argumentación del principio de la siembra y la cosecha, Pablo exhorta e insta a los cristianos a ser buenos servidores de los demás y que no dejen de sembrar en hacer el bien a todas las personas, y de una manera muy especial a los hermanos cristianos, que son “los de la familia de la fe.” Esto no significa discriminar a los no cristianos, dándoles un mejor trato a los cristianos que a los inconversos. Lo que significa es que con los cristianos se tiene una responsabilidad especial por el mismo hecho de la hermandad espiritual existente.
Así como en las relaciones cotidianas, primero debe cuidarse de tener en orden la familia y luego ir hacia los demás, de la misma forma en el ámbito espiritual, primero debe asegurarse el bienestar y buen caminar integran en la comunidad cristiana, y luego impactar a los inconversos de una manera positiva, haciéndoles bien y ayudando en todo lo posible. Es gratificante ver a la Familia de Dios, compartir, disfrutar y caminar junto para la Gloria de Dios.
Hagamos pues el bien perseverando en la obra de Dios y en su promesa de bendecirnos a su debido tiempo.
IZAMAR REYES