Vuelvan y quédense tranquilos, y estarán a salvo. En tranquilidad y en la confianza será su fortaleza.
Isaías 30:15
Mantenernos tranquilos en un mundo tan vertiginoso parece una tarea imposible, siempre hay algo que hacer, siempre hay algo que solucionar.
El diccionario define tranquilidad como un estado de calma y serenidad donde no hay miedo, angustia o dolor.
Pero, ¿Es esto posible?, podemos llegar a un estado de tranquilidad pese a las diferentes circunstancias de la vida?
Estudiemos algunas palabras y que la misma Biblia nos dé luz:
Shubá: Volverse= cambio de pensamiento y conducta [arrepentimiento]
Nakját: Descanso, quietud, reposo.
Yasha: Salvación, seguridad, libertad, amparo, defensa, rescate, victorioso.
Shacát: Tranquilidad, reposo, sosiego, quietud.
Bitkjá: Confianza.
Prácticamente, todas estas palabras en hebreo describen los atributos de Jesús (Yeshua) que significa DIOS SALVA, por eso nuestro Señor dijo:
“YO les estas cosas para que en Mí encuentren paz y confianza. Sepan que en el mundo ustedes enfrentarán [Dslípsis]» presiones, estrechez, aflicciones, angustias, persecuciones, tribulaciones, frustraciones», pero tengan [Dsarséo]» valor, ánimo, seguridad, confianza» YO he salido victorioso de todo ello.
Justo allí está la respuesta a nuestra interrogante: Sí, se puede lograr un estado de tranquilidad, pero no es algo que logramos por nosotros mismos, por más técnicas de mindfulness que implementemos, la tranquilidad que perdura solo la obtenemos por medio de JESUCRISTO, al poner nuestra confianza en Él, en lo que ya hizo y en lo que hará.
“Para que en Mí encuentren paz y confianza”. No es que los problemas van a desaparecer por arte de magia, es que en Jesús saldremos victoriosos de todas esas circunstancias adversas.
Tal como escribiera el salmista, nosotros también podemos tener la misma seguridad que:
“Solo DIOS me da tranquilidad,
solo DIOS me da confianza,
solo DIOS me da su protección,
solo DIOS puede salvarme.
¡Jamás seré derrotado!
DIOS es mi salvador; DIOS es mi motivo de orgullo;
Me protege y me llena de fuerza. ¡Dios es mi refugio!
Salmo 62:5-7
Con Amor y Verdad: Sissy Rosembrock.
