Amado Señor, quiero descansar en tu perfecto amor, en medio de la turbulencia de mi vida, ayúdame a escuchar tu voz que me dice: “calla, enmudece, ten calma” y a confiar plenamente en tu poder. Dame fe para creer que estás presente en mi vida cualquiera que sea mi situación y que nada se escapa de tu mano. Amén.
¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?”, Marcos 4:35-4
las circunstancias de la vida, muchas veces nos dan temor, porque pensamos que nos pueden destruir, pero una promesa muy bonita la n palabra que nos dice que el SEÑOR va a estar con nosotros siempre, allí es donde tenemos que tener seguridad y no sentir miedo a nada, Jesús ya venció todo y en el somos más que vencedores.
Hoy decido vivir sin miedos y te invito a que tú también tomes está decisión en tu vida.
¡Vivir sin miedos!
Onís García