Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios.
Amigos y amigas, existe un hermoso poema en la Biblia conocido como el Salmo 42 que expresa de manera muy sublime nuestra ferviente necesidad de Dios.
“Así como un venado sediento
desea el agua de un arroyo,
así también yo, Dios mío,
busco estar cerca de ti.
Tú…
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.