Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Encontramos en el primer libro de Samuel 3:1-19 que:
*Por aquellos días no era muy común escuchar la palabra.
*Y que el joven llamado Samuel dormía en el santuario, no nos da más detalles, si era o no el joven más santo o capacitado. Pero…
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.