“Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras” (Jeremías. 18: 2).
Algunos de nosotros hemos esperado y orado durante demasiado tiempo para finalmente estar fuera de posición cuando Dios venga. Dios envió a Jeremías, a ti y…
Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Amigos y amigas, existe un hermoso poema en la Biblia conocido como el Salmo 42 que expresa de manera muy sublime nuestra ferviente necesidad de Dios.
“Así como un venado sediento
desea el agua de un arroyo,
así también yo, Dios mío,
busco estar cerca de ti.
Tú…