Cuenta una historia que un granjero tenía un sólo hijo. Un día llegó a su granja un caballo fino, para su hijo; la gente comentaba: ¡qué buena suerte ha tenido! el granjero comentaba para sí mismo: hay que ver si es bueno o malo. Su único hijo, intentando domar al caballo, cayó de este y se fracturó una pierna. La gente en el pueblo comentaba: ¡vaya mala suerte! El granjero decía para sí mismo: hay que ver si es bueno o malo. Pasado un tiempo el pueblo fue a la guerra y todos los hombres mayores de edad fueron enlistados, el hijo del granjero no pudo ir por tener fracturada la pierna, la gente comentaba: ¡qué buena suerte ha tenido! Y el granjero comentaba para sí mismo… ya ustedes saben.
En la vida muchas veces hay situaciones que no son del todo alentadoras, que pueden llegar a frustrarnos, que pueden llegar a desanimarnos, incluso a hacernos entrar en crisis.
Decía Albert Einstein:
“La crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.”
Las crisis que muchas veces atravesamos son oportunidades de mejora, oportunidades de superarnos, de reinventarnos, son momentos en los que se pone a prueba nuestra creatividad, nuestra fe, nuestra confianza en que todo va a estar bien y en que todo tiene una razón de ser.
Así que si hoy estas atravesando una crisis, un momento que no sabes si es bueno o si es malo, ¡felicidades! tienes una oportunidad de ser mejor, de reinventarte, de salir adelante, de superarte a ti mismo; no lo veas como un fracaso o como algo malo, ese no es el fin, ese momento no es el que determina quién eres, es solo eso, un momento, un instante que, posiblemente cuando te detengas en el futuro y veas hacia atrás entenderás que tenía que ser así.
Lo que está sucediendo hoy está construyendo tu futuro, no quites la vista de la meta, confía en Dios y su divino propósito. Pero disfruta también del camino, habrá montañas, pero también habrá bellos atardeceres y lugares maravillosos que admirar, al final la meta valdrá todos los sacrificios que hayas tenido que pasar, cada gota de sudor y cada lágrima, te lo aseguro.
Nahum 1:7 – Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia y protector de los que en Él confían.
Att. Kike Sánchez
