“Así que no nos rendimos. ¿Cómo podríamos hacerlo? Aunque por fuera a menudo parece que las cosas se nos desmoronan, por dentro, donde Dios está haciendo vida nueva, no pasa un día sin que su gracia se despliegue. Estos tiempos difíciles son poca cosa comparados con los buenos tiempos que se avecinan, con la fastuosa celebración preparada para nosotros. Aquí hay mucho más de lo que se ve. Las cosas que vemos ahora están aquí hoy y se van mañana. Pero las cosas que no podemos ver ahora durarán para siempre.
II Corintios 4:16-18
¿Mirar lo invisible… No te parece que en ocasiones DIOS nos da tareas que trascienden lo posible? ¡Pues de eso se trata la FE!
El camino que recorremos está trazado por la fe, no por lo que vemos con nuestros ojos.
EL ETERNO nos lleva por sendas en las que sólo podremos avanzar guiados por nuestra confianza en Él.
Quizá en este momento de tu vida ves hacia enfrente y el panorama no es nada alentador, y sólo piensas en rendirte. Puede que humanamente no encuentres solución a la situación por la que estás atravesando.
El problema es que tus ojos físicos no perciben que Dios está trabajando en medio de esa circunstancia, El Señor está creando algo nuevo, pero a simple vista tú no lo ves, por eso él te dice:
“Observa atentamente: Estoy preparando algo nuevo; está sucediendo ahora, incluso mientras hablo,
y estás a punto de verlo. Estoy preparando un camino a través del desierto;
Las aguas fluirán donde no había.” Isaías 43:19
Debes tener la plena convicción de que no pasa un día sin que la gracia de Dios se despliegue sobre tu vida, El amor leal de DIOS no se agota, ni tampoco su misericordia, sus bendiciones para ti son creadas cada mañana, por tanto eso que ahora te agobia, eso que ahora no tiene una razón, puede que mañana sea la razón de tu alabanza al Señor.
Quisiera cerrar esta reflexión con un texto muy conocido por nosotros los creyentes, pero que muy a menudo olvidamos: Romanos 8:26-28
“Mientras tanto, en el momento en que nos cansamos en la espera, el Espíritu de Dios está a nuestro lado ayudándonos.
Si no sabemos cómo o por qué orar, no importa.
Él ora en y por nosotros, haciendo oración de nuestros suspiros sin palabras, de nuestros gemidos dolorosos.
Él nos conoce mucho mejor que nosotros mismos, conoce nuestro estado de gestación, y nos mantiene presentes ante Dios. Por eso podemos estar tan seguros de que cada detalle de nuestra vida de amor a Dios se convierte en algo bueno.”
En medio de esa circunstancia que te aflige, Observa Atentamente, quizá lo único que necesites es quitar los ojos del problema y mirar lo invisible, mirar el propósito.