Confiar en Dios es una de esas verdades que creemos comprender, pero que en realidad comprendemos hasta que nos toca experimentarla, y es en ese momento que descubrimos que hay mucho más de lo que habíamos pensado. La confianza en Dios es un aspecto de la fe salvadora, de la cual se ha dicho que tiene tres elementos: conocimiento, asentimiento y confianza.
La confianza en Dios es esencial en la vida cristiana. Pero esto no significa que es fácil confiar en el Señor, especialmente en un mundo que cuestiona la cordura de confiar en Él a cada paso. Sin embargo, debemos confiar en Dios. La Biblia tiene mucho que decir que nos ayudará, sean cuales sean nuestras circunstancias.
Se nos ordena confiar en Dios
Lo primero que debemos entender es que se nos ordena confiar en Dios. David dice a los lectores que «ofrezcan sacrificios de justicia, y confíen en el Sᴇɴ̃ᴏʀ» (Sal 4:5). Proverbios 3:5-6 nos exhorta: «Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas». De hecho, la vida cristiana es una que confía en Dios desde el principio hasta el final. En su comienzo nos arrepentimos y creemos en el evangelio (Mr 1:15) y luego en el transcurso de la vida somos llamados a creer.